La CLORACIÓN SALINA es el mejor tratamiento de agua para conseguir una correcta desinfección. Con este sistema evitamos el uso de productos químicos. Consiguiendo mejorar la calidad del agua y disminuyendo los problemas de salud en la piel para el usuario.

Funciona gracias a un proceso eléctrico en el agua salada, los iones de cloruro que provienen de la sal disuelta en la superficie se combinan y se transforman en cloro gaseoso. Se consigue un cloro puro obtenido a través de las sales del agua, consiguiendo un potente proceso de desinfección y neutralizando todos los microorganismos y materias orgánicas que contaminan el agua de la piscina.

El sistema de electrólisis salina es más eficiente que el sistema convencional, consiguiendo un agua mucho más transparente que la habitual. El cloro se obtiene en forma pura y sin derivados. Tras finalizar el proceso de desinfección y oxidación el cloro vuelve a transformarse en sal, en el agua de la piscina.

Algo muy importante a tener en cuenta sobre el sistema de clorador salino es el gran confort que se consigue teniendo en cuenta que la piel del bañista no se deshidrata y el cabello no se reseca.

Permite reducir el coste un 80% sobre el mantenimiento tradicional y evitar la compra de productos químicos, ya que en este caso son innecesarios.